Rubén Gaete es profesor de inglés egresado de la Universidad Metropolitana de las Ciencias de la Educación (UMCE), y el primer semestre del año 2014 se adjudicó la “Beca Semestre en el Extranjero” que otorga el Programa Inglés Abre Puertas (PIAP) del Ministerio de Educación y beneficia a estudiantes que cursan los últimos años de la carrera de Pedagogía en Inglés en universidades acreditadas.

Realizó su perfeccionamiento por seis meses en Northwest College, en Wyoming, Estados Unidos, y desde que se tituló empezó a trabajar en establecimientos municipales para la retribución de este beneficio a la educación pública chilena.

Actualmente, trabaja en el Liceo Instituto Nacional y relata que el haber tenido la oportunidad de estudiar en otro país y conocer otras culturas, lo ha ayudado a ser el docente que es hoy. “Como profesional de la educación creo que es una experiencia única que llena vacíos que el cuaderno y el lápiz no pueden, y que tiene una retribución bastante lógica que se basa en entregar lo que te fue dado con la experiencia que adquiriste”, relata Rubén.

¿Cómo llegaste a la “Beca Semestre en el Extranjero” y por qué decidiste participar de esta?

Conocí la beca buscando ampliar mi perspectiva como futuro docente cuando desarrollaba mi pregrado. El fin fue llevar mi inglés a un mejor nivel y sumergirme completamente en lo que conlleva vivir en otra sociedad y otra cultura por lo que decidí postular. Claramente, el financiamiento que ofrecía la beca ayudó completamente para llevar a cabalidad una experiencia que parecía ser muy fructífera, y que a fin de cuentas superó con creces.

¿Cómo fue tu experiencia durante la beca?

A mi parecer, creo que ir bajo el alero de becario le da más valor a nuestra descripción como estudiantes en el extranjero. Desde el punto de vista social, la multiculturalidad y el estudio de las sociedades, fueron algo que me hizo crecer tanto como persona, futuro trabajador público y educador. Mientras que académicamente, no solo me ayudó a expandir mis conocimientos técnicos como investigador gracias a las asignaturas que pude estudiar, sino que también marcaron el propósito de aprender una segunda lengua con su fin primordialmente enfocado en la comunicación. En segundo plano, conocer paisajes, vivenciar actividades nuevas motivaron mucho a estudiar y representar la institución que ayudó a hacer realidad lo que alguna vez fue un simple sueño.

A la vuelta de tu beca, ¿Dónde empezaste a trabajar, en qué establecimiento?

A la llegada y con mi título en mano, empecé a trabajar en un colegio en Huechuraba. Luego fui contratado por la Ilustre Municipalidad de Santiago, completando ahí mi retribución al Programa Inglés Abre Puertas.

¿Cómo fue tu experiencia en ese lugar?

Mi experiencia ha sido excelente en los tres colegios que he estado. Habiendo enseñado en direcciones completamente diferentes desde el punto de vista administrativo y académico, todos los colegios han demostrado ser unidades pedagógicas que intentan hacer lo mejor posible para dar un mejor derecho a su educando. Para ser más específico, directivos no dudaron en preguntarme acerca de mi experiencia en el extranjero motivándolos a implementar ciertas técnicas que han resultado maravillosamente.

¿Cómo te ayudó o ha ayudado tu experiencia de la beca a mejorar como profesional? ¿Has podido traspasar el conocimiento adquirido a  tus alumnos(as)?

Creo que este es el mejor indicador que uno puede describir como resultado final de la experiencia gracias a la beca. Siendo preciso, el nivel de análisis y pensamiento crítico se eleva exponencialmente debido al intercambio cultural al que uno se ve expuesto. Desde este punto puedo decir que gracias al choque cultural uno se enriquece (personalmente) y corrige muchas actitudes que están muy arraigadas en los establecimientos educacionales chilenos, tales como la segregación de género y racial.

Por otro lado, mi confianza con el idioma creció gracias al contacto directo y fidedigno con los hablantes de la lengua inglesa, que si bien ya había tenido en mi universidad, el estar inmerso cambia completamente las reglas del juego, transformando al idioma como único medio para poder comunicarse o en términos simples, sobrevivir.

Mis estudiantes están completamente conscientes y saben que el viajar los llenaría de algo más que un simple pasaje a un destino nuevo con nuevas aventuras. Ellos están muy motivados con las becas que se entregan como ‘Pingüinos Sin Fronteras’, que en parte son deseos forjados en las clases.

¿Crees que haber ganado esta beca te ha ayudado a crear nuevas técnicas/estrategias como profesional y asimismo tener nuevas habilidades para enseñar a tus alumnos(as)?

Las asignaturas que tomé me ayudaron no solo en lo técnico sino que también en lo práctico. Un simple ejemplo, es el uso de las tecnologías, que abordan muchos tipos de aprendizajes, impulsando a los estudiantes a tomar atención y participar en las clases.

El estar consciente que un libro no basta para hacer entender que el inglés es más que solamente una idioma en un diccionario, pero es una herramienta que tiene aristas socio-culturales, es una habilidad que desarrollé en el extranjero y la he enseñado. Uno ve las caras de los estudiantes que se maravillan con historias que fueron construidas ocupando otro idioma y así son ellos los que construyen su conocimiento a través de las preguntas que van saliendo. Básicamente, la nostalgia y la experiencia se amalgaman para llenar corazones y mentes que buscan un mejor Chile.