Role model: la docente de inglés que itinera por 11 escuelas rurales en el Biobío

Viernes 23 de Marzo, 2018
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Daniela Maldonado Matus es profesora inglés de la Universidad de Biobío. Egresó en 2016, y desde agosto de 2017, tiene la maratónica labor de ser docente itinerante de inglés en 11 escuelas de la comuna de Cabrero.

Este municipio ha dado gran relevancia a la enseñanza-aprendizaje del inglés, tanto en sus escuelas urbanas como rurales, y la intinerancia de Daniela es algo totalmente nuevo para los estudiantes de las escuelas multigrado. A continuación, su experiencia.

¿Cómo es su rutina semanal y cómo se organiza?

Los lunes voy a la escuela, La Hacienda de Monte Águila, luego Las Obras; Los martes voy a Los Caulles, Lomas de Angol y escuela Los Leones; Los miércoles voy a la escuela de Colicheu, El Progreso, El Manzano; Los días jueves voy a la escuela de Pillancó y Escuela Paraiso sector Chillancito, y los viernes voy a Quinel, aunque el mismo viernes también me repito, porque voy a hacer unas horas sueltas que me quedan a Los Caulles y Los Leones.

En las que tienen alumnos de 5º y 6º voy 3 horas, pero en las que no tienen alumnos de esos niveles hago taller de inglés que solo son dos horas, en el caso de la Escuela el Manzano.

El DAEM de Cabrero me organizó el horario que me entregaron en marzo, lo revisamos en conjunto y ahí hicimos algunas modificaciones porque también necesito tener mi tiempo para trasladarme de una escuela a otra. Por eso todos los días lunes voy a un sector, el martes a otro, y así me voy movilizando.

¿Cómo fue el proceso de comenzar a trabajar como docente itinerante?

Esto es algo súper nuevo para mí. Para mí el mundo rural era algo totalmente anónimo; había colegios que ni siquiera tenía idea de que existían. Nunca pensé que llegaría a trabajar al mundo rural, a las escuelas multigrado y menos a enseñar inglés, porque además son unidocentes. Es la primera vez que estas 11 escuelas tienen un docente de inglés, es parte del plan de Cabrero implementar inglés en las escuelas rurales, para que estas no se queden atrás en comparación con las urbanas. Antes los niños de sexto llegaban a séptimo a estudiar a la ciudad y llegaban super perdidos en inglés, eso está cambiando ahora, se está nivelando un poco más la cancha.

¿Cómo han reaccionado los estudiantes ante sus clases de inglés?

Están súper motivados, a ellos les encanta el inglés, quieren aprender más; quieren saber todo. Cuando les enseñas una canción, se la aprenden; una mímica, se la aprenden. Preguntan cómo se dicen las cosas, por qué el inglés es diferente, por qué se escribe y se pronuncia distinto. Nunca me he encontrado en las escuelas rurales a un solo niño que me diga ¿y para que me va a servir el inglés?”.

Es impresionante el beneficio y la ventaja para los niños aprender un nuevo idioma, adquirir una nueva cultura, enseñar canciones en inglés, algo relacionado con la cultura angloparlante, es una nueva cultura fuera del campo. Y aprender otro idioma para ellos es invaluable.

Lo más anecdótico es que me han llegado a preguntar palabras de vocabulario relacionado con el campo que he tenido que buscar en el diccionario. Por ejemplo, cómo se dice montura, o las partes del caballo, o la indumentaria que usan los huasos, los estribos, etc., cosas relacionadas con su cotidianidad y la vida en el campo.

Y con respecto a la comunidad escolar, ¿qué feedback ha recibido?

Pese a que no veo mucho a los apoderados, porque estoy en constante movimiento, he recibido comentarios de que están felices de que sus hijos aprendan inglés. Para los profesores es impagable la ayuda, porque ellos no hablan inglés, entonces al hacer sus clases como unidocentes, no sabían si lo estaban haciendo bien, no podían corregirles por ejemplo la pronunciación. Me gustaría destacar la labor de los profesores rurales, ellos me han ayudado mucho ya sea para movilizarme o para cualquier cosa que he necesitado, todos han sido muy amables y nunca he tenido un No por respuesta.

 ¿Cuáles han sido las mayores dificultades que se le han presentado en este desafío?

Una dificultad ha sido la movilización, porque algunos lugares son alejados, entonces tengo que transportarme como puedo, ya que no tengo auto.

También el hecho de que los estudiantes no tenían una mayor noción del inglés, entonces he tenido que partir desde cero, porque no me podía guiar por las bases curriculares de 5º y 6º, con una base tan elemental. Además, he tenido que hacer malabares para que los niños se atrevan a hablar, a comunicarse, ya que en general, son más tímidos que los estudiantes en la ciudad.

Es complejo trabajar con multigrado, porque aunque yo me focalice en 5º y 6º, no puedo dejar de lado a los niños más pequeños, entonces los integro y hago que ellos funcionen como un taller de inglés en paralelo, pero es difícil acostumbrarse a eso.

El lado positivo, es que no hay más de 12 estudiantes por aula; en algunas tengo 3 alumnos, entonces también me enfoco en hacer la clase personalizada. La ventaja que ofrece eso es que uno se puede dedicar 100% en cada uno de los estudiantes.